República Bolivariana de Venezuela
En su Nombre
Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la
Circunscripción Judicial del Estado Zulia
Sala de Juicio – Juez Unipersonal No. 1

PARTE NARRATIVA

Consta en autos Juicio de REVISIÓN DE SENTENCIA DE SEPARACIÓN DE CUERPOS Y BIENES (ALIMENTOS) incoado por la ciudadana YASENIA DEL CARMEN MACHADO PÉREZ, venezolana, mayor de edad, portadora de la cédula de identidad No- 7.972.714, domiciliada en la Ciudad y Municipio Maracaibo del Estado Zulia, asistida por la abogada ANGKARINA CAMBA PÉREZ, inscrita en el Inpreabogado bajo el Nº 60.749; en contra del ciudadano LUIS ENRIQUE MARTÍNEZ ORTEGA, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº- 7.607.681, en beneficio de su hijo PAUL ENRIQUE MARTÍNEZ MACHADO.

A esta solicitud se le dió entrada en fecha 06 de Febrero de 2.004, ordenándose formar expediente y numerarlo con el No. 04653, asimismo se ordenó citar al ciudadano LUIS ENRIQUE MARTÍNEZ ORTEGA, para que compareciera por ante este Tribunal dentro de los Tres (03) días siguientes a su citación, con el objeto de celebrar en presencia del Juez la conciliación de las partes intervinientes en este procedimiento de conformidad con el artículo 516 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, y se ordenó notificar a la Fiscal Especializada del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia; librándose asimismo la boleta de citación y de notificación.

De igual forma, en fecha 15 de Marzo de 2004, a través de sentencia interlocutoria se decretó Medida de Prohibición de Salida del País, al ciudadano LUIS ENRIQUE MARTÍNEZ ORTEGA, a fin de garantizar el cumplimiento de la obligación alimentaria respecto de su hijo PAUL ENRIQUE MARTÍNEZ MACHADO.

A tal efecto, en esa misma fecha se libró oficio signado bajo el N° 678; dirigido al Ministerio de Interior y Justicia, a fin de que ejecutara la Medida de Prohibición de Salida del País acordada por este Tribunal en la sentencia interlocutoria antes mencionada.


Por diligencia de fecha 01 de Marzo de 2004, la ciudadana YASENIA DEL CARMEN MACHADO PÉREZ, asistida por la abogada ANGKARINA CAMBA PÉREZ, inscrita en el Inpreabogado bajo el Nº 60.749, solicitó se citara al ciudadano LUIS ENRIQUE MARTÍNEZ ORTEGA, para que tuviese conocimiento de la presente causa, e indicó la dirección de habitación del mismo; y en diligencia de esa misma fecha confirió poder apud acta a la abogada ANGKARINA CAMBA PÉREZ, inscrita en el Inpreabogado bajo el Nº 60.749.

En fecha 06 de Marzo de 2004, se citó al ciudadano LUIS ENRIQUE MARTÍNEZ ORTEGA, y en fecha 18 de Marzo de 2004, se agregó la boleta de citación a las actas del presente expediente.

En fecha 23 de Marzo de 2004, se celebró el acto conciliatorio entre las partes intervinientes en este proceso, dejándose constancia que se encontró presente la ciudadana YASENIA DEL CARMEN MACHADO PÉREZ, y no estando presente el ciudadano LUIS ENRIQUE MARTÍNEZ ORTEGA, se procedió a oír todas las excepciones y defensas cualesquiera fuera su naturaleza.

Mediante escrito de fecha 01 Abril de 2004, la abogada ANGKARINA CAMBA PÉREZ, inscrita en el Inpreabogado bajo el Nº 60.749, actuando con el carácter de autos, procedió a promover las pruebas que pretende hacer valer en el presente proceso.

A través de auto de fecha 03 de mayo de 2004, se admitieron las pruebas antes mencionadas.

En fecha 20 de Mayo de 2004, se notificó a la Fiscal Especializada del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, y en esa misma fecha se agregó la boleta de notificación a las actas del presente expediente.

A partir del 20 de Mayo de 2004, quedó paralizado el proceso por falta de impulso procesal de la parte demandante de este proceso, ciudadana YASENIA DEL CARMEN MACHADO PÉREZ.

Con esos antecedentes, este Órgano Jurisdiccional pasa a decidir con las siguientes consideraciones:

PARTE MOTIVA

I

Examinadas las actas procesales, observa este Tribunal que el proceso está paralizado desde el día 20 de Mayo de 2004; discurriendo el tiempo desde entonces sin ningún acto de procedimiento que movilice la relación jurídica procesal con el fin de alcanzar el acto jurisdiccional por excelencia, que es la sentencia definitiva como medio normal de terminación del proceso.

A tal efecto, el artículo 267 del Código de Procedimiento Civil, dispone:

“Toda instancia se extingue por el transcurso de un año sin haberse ejecutado ningún acto de procedimiento por las partes”.


De la lectura de este artículo se pude interpretar que toda instancia se extingue por el transcurso de un (01) año sin haberse ejecutado ningún acto de procedimiento de impulso procesal por las partes.

El efecto de la Perención es la extinción del proceso, por lo que ella no ataca a la acción, y las decisiones que produzcan efectos y las pruebas que resulten de los autos, continuaran teniendo plena validez. Simplemente, la Perención finaliza el proceso, el cual no continuará adelante a partir de la declaratoria de la misma.

El autor argentino Hugo Alsina, explica de forma espléndida la figura de la perención, en su obra titulada Tratado Teórico Práctico de Derecho Procesal Civil y Comercial, segunda edición, IV Tomo, Juicio Ordinario, Ediar Soc. Anon. Editores, Buenos Aires, Argentina, 1961, Pag. 423 a 425, de la siguiente manera:

“1) Concepto.
El interés público exige que los procesos no permanezcan paralizados indefinidamente; no sólo porque la subsistencia de la litis es contraria al restablecimiento del orden jurídico, sino porque la relación procesal también comprende al órgano jurisdiccional, y esa vinculación no puede quedar supeditada en el tiempo al arbitrio de las partes, a quienes en materia civil corresponde el impulso del procedimiento.
Por eso, así como la prescripción se funda en una presunción de abandono del derecho, la inactividad de las partes importa una presunción de abandono de la instancia. El proceso se extingue, entonces, por el sólo transcurso del tiempo cuando los litigantes no instan su prosecución dentro de los plazos establecidos por la ley. Este modo anormal de extinción se designa con el nombre de perención o caducidad de la instancia, (de perimere, destruir, anular; instancia, impulso, obrar en juicio) y está reglamentado por la ley No. 14.191.
Anteriormente se consideraba a la perención como una pena al litigante negligente, pero hoy se admite que cuando las partes dejan paralizado el proceso por un tiempo prolongado, es porque no tienen interés en su prosecución y que desisten tácitamente de la instancia, lo que autoriza al Estado a librar a sus propios órganos de todas las obligaciones derivadas de la existencia de una relación procesal”.


Es decir, que la perención se basa en una condición objetiva, que consiste en el transcurso de un año de inactividad por las partes. Es así como se refleja la intención del legislador, de evitar que los juicios se prolonguen indefinidamente en el tiempo, como también de librar a los Tribunales del deber de dictar nuevas providencias en casos presuntamente abandonados por los litigantes.

En tal sentido, la Perención tiene lugar cuando el proceso se encuentra paralizado y las partes o no están o han dejado de estar a derecho; tratándose de una relación procesal que no se formó, o que constituido no se llegó a su término final; razón por la cual el comienzo de la paralización es el objetivo principal para que se efectué la Perención y el tiempo que ella dure será el plazo para que se extinga la instancia.

Lo cual conlleva a que el proceso perima y se extinga la instancia por caducidad procesal, habida cuenta que las partes abandonaron la actividad procesal y con ello hicieron cesar el conflicto de intereses, toda vez que los juicios como enfermedad social, deben ser resueltos por la Jurisdicción en su función pública para establecer la Paz con Justicia; mas entonces, al abandonar el mismo las partes, hacen cesar el conflicto en su propia voluntad por autocomposición procesal.

II

El Tribunal Supremo de Justicia, en Sala Constitucional, en sentencia de fecha 01 de Junio de 2001, sentó su criterio en relación a la perención, indistintamente cuáles sean las partes en el proceso, por lo cual podemos incluir a los niños y/o adolescentes, a continuación establece:

“La Perención es fatal y corre sin importar quienes son las partes en el proceso, siendo su efecto que se extingue el procedimiento y según el articulo 271 del Código de Procedimiento Civil, en ningún caso el demandante podrá volver a proponer la demanda, antes que transcurran noventa (90) días continuos (calendarios) después de verificada (declarada) la perención.”


Asimismo en sentencia de fecha 12 de Mayo de 2003, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, ratifica la decisión dictada cuando observa que en presencia del surgimiento de un conflicto entre los derechos constitucionales individuales de los litigantes y el interés superior de los niños y/o adolescentes, a fin de garantizar que los mismos disfruten plena y efectivamente sus derechos y garantías, y debido al principio de subsistencia de la obligación alimentaría, es que la referida Sala como medida de protección integral de los niños y/o adolescentes que otorga el artículo 78 de Nuestra Carta Magna, sostiene el criterio de mantener las medidas decretadas al menos durante tres (03) meses después de decretada la Perención de la instancia, en virtud de que dicha institución “castiga” la negligencia de las partes, sin diferenciar si son niños y/o adolescentes o no, no obstante el efecto de la Perención de la instancia no es extinguir el derecho, sino postergar por espacio de tres (03) meses que se incoe de nuevo la demanda para reclamar el derecho.

De esta manera, se debe tener en cuenta, en razón del orden público, que debe existir una excepción a tal imperativo, que no abarca los efectos de la perención consagrados en el artículo 271 del Código de Procedimiento Civil; en el caso que la materia sea de orden público, la Perención declarada no evita que se proponga de nuevo la demanda antes que transcurran noventa (90) días continuos (calendarios) de la declaratoria de perención. Por cuanto la intención no es perjudicar el Interés Superior del Niño y del Adolescente, tal como lo establece el artículo 8 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, en virtud de que los derechos alimentarios de los niños y/o adolescentes no pudieran ejercerse de nuevo durante noventa días.

Por otra parte, la Corte Superior del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, sostiene el criterio que ha venido acogiendo la sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia Nº 1102 de fecha 12 de Mayo de 2003, antes citada, en la siguiente forma:

“(…) decretada la perención, el accionante pasados tres meses de la sentencia firme en ese sentido, podría demandar de nuevo las pensiones alimentarias corriéndose el riesgo que el presunto deudor cobrare las prestaciones, si es que ellas se liquidan en ese termino, y se hiciere nugatorio para los menores la obtención de las pensiones. Ante esa posibilidad, la Sala a fin que los menores disfruten plena y eficazmente de sus derechos y garantías, y debido al principio de subsistencia de la obligación alimentaria, que como efecto de la filiación corresponde a los padres, así se haya privado o extinguido la patria potestad, ( articulo 366 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente), y habiéndose fijado judicialmente una pensión provisoria, tendrá como medida preventiva y garantista de la prioridad absoluta que la vigente Constitución ( articulo 78) otorga a la protección integral de los menores (omisis), mantener la medida sobre las prestaciones al menos durante tres meses después que se decretase –si ello fuese así- la perención de la instancia de manera que se incoase de nuevo la acción, no se perjudicará a los menores (omisis).”

Por todo ello, resulta procedente mantener durante tres (03) meses después de quede firme el presente fallo, la Medida de Prohibición de Salida del País, al ciudadano LUIS ENRIQUE MARTÍNEZ ORTEGA, a fin de garantizar el cumplimiento de la obligación alimentaria respecto de su hijo PAUL ENRIQUE MARTÍNEZ MACHADO, decretada mediante sentencia interlocutotia de fecha 15 de Marzo de 2004.

III

Ahora bien, en este orden de ideas explica el jurisconsulto Hernando Devis Echandìa, en su obra Nociones Generales del Derecho Procesal Civil, Capítulo XIX, Teoría de los Actos Procesales:
“…los actos procesales son simplemente actos jurídicos en relación con el proceso; esto es, actos emanados de la voluntad de su autor y de importancia jurídica, inmediata para el proceso; son actos que emanan de la voluntad humana y que tienden a producir un efecto en la realidad jurídica procesal, es decir, en la constitución, conservación, desarrollo, modificación o extinción de una relación procesal.

Pero debe existir una relación inmediata y directa entre el acto y el proceso, porque hay actos jurídicos que pueden servir para el proceso, y sin embargo no son actos procesales, tales como el poder que se otorga a un abogado para demandar u oponerse a una demanda; como el contrato que sirve de título ejecutivo, como la violación del derecho ajeno que produce el litigio y la necesidad del juicio, o como el pago que puede ser alegado para demostrar la falta de derecho en el actor, etc…”

En el caso que nos ocupa se puede observar del estudio detallado y minucioso de las actas que conforman el presente expediente que desde la fecha de 20 de Mayo de 2004, ha transcurrido más de un (01) año sin que ninguna de las partes realizara algún acto de procedimiento o de impulso procesal; es por lo que el presente caso se subsume dentro de los parámetros del contenido del artículo up supra, adicionalmente una vez paralizada la causa y transcurrido el término para que quede extinguida la instancia, conlleva a el Juez a que de oficio o bien a instancia de parte, sea declarada la Perención de la Instancia; y así se declara.

PARTE DISPOSITIVA
D E C I S I Ó N


Por los fundamentos expuestos, este Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, Sala de Juicio – Juez Unipersonal No. 1, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, declara:

1. PERIMIDA LA INSTANCIA en el presente Juicio de REVISIÓN DE SENTENCIA DE SEPARACIÓN DE CUERPOS Y BIENES (ALIMENTOS) incoado por la ciudadana YASENIA DEL CARMEN MACHADO PÉREZ, portadora de la cédula de identidad No- 7.972.714, en contra del ciudadano LUIS ENRIQUE MARTÍNEZ ORTEGA, titular de la cédula de identidad Nº- 7.607.681, en beneficio de su hijo PAUL ENRIQUE MARTÍNEZ MACHADO.

2. MANTENER VIGENTE por el lapso de noventa (90) días continuos contados a partir de que quede firme la decisión dictada por este Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, Sala de Juicio Nº 1, Medida de Prohibición de Salida del País, al ciudadano LUIS ENRIQUE MARTÍNEZ ORTEGA, a fin de garantizar el cumplimiento de la obligación alimentaria respecto de su hijo PAUL ENRIQUE MARTÍNEZ MACHADO, decretada mediante sentencia interlocutotia de fecha 15 de Marzo de 2004.

No hay costas de conformidad con el artículo 283 del Código de Procedimiento Civil.

Publíquese, regístrese, notifíquese solamente a la parte actora. Déjese copia certificada por Secretaría.

Dada, firmada y sellada en la Sala 1 del Despacho del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, en Maracaibo, a los treintaiún (31) día del mes de Octubre de dos mil cinco. 195º de la Independencia y 146º de la Federación.
El Juez Unipersonal N° 1.

Dr. Héctor Peñaranda Quintero

La Secretaria

Abog. Angélica María Barrios.

En la misma fecha, siendo las nueve y cincuenta minutos de la mañana, previo el anuncio de ley a las puertas del despacho, se dictó y publicó la anterior sentencia, bajo el No. 1066. La Secretaria.

Exp.: 04653.
HPQ/ sv*

Rv/hch*