JUEZ PONENTE: OSCAR ENRIQUE PIÑATE ESPIDEL
EXPEDIENTE N° AP42-O-2005-000636

En fecha 7 de junio de 2005, se dio por recibido en la Unidad de Recepción y Distribución de Documentos (U.R.D.D.) de las Cortes Primera y Segunda de lo Contencioso Administrativo, Oficio N° 0555-04 emanado del Juzgado Superior Séptimo de lo Contencioso Administrativo de la Región Capital anexo al cual remitió expediente contentivo de la pretensión de amparo constitucional, interpuesta por los ciudadanos ANTONIO YAMIN GETANIS y CARLOS YAMIN GEITANI, venezolanos, mayores de edad, titulares de las Cédulas de Identidad Nros 5.133.941 y 5.531.345 respectivamente, representados por el abogado RAÚL HERNÁNDEZ MARÍN, inscrito en el Inpreabogado bajo el N° 39.697 contra la supuesta “abstención lesiva de la Dirección de Ingeniería Municipal de la Alcaldía de Chacao en pronunciarse acerca de la aprobación de (su) proyecto de edificación, notificación de inicio de obra numero 0005 de fecha 04/06/2004 (sic)”.

Tal remisión se efectuó en virtud de la Consulta establecida en el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, a la cual se encuentra sometido el fallo de fecha 1° de noviembre de 2004, dictado por el mencionado Juzgado, mediante la cual declaró inadmisible la pretensión de amparo constitucional interpuesta.

En fecha 13 de junio de 2005, se dio cuenta a esta Corte Primera en lo Contencioso Administrativo y, por auto de esa misma fecha se designó ponente al Juez OSCAR ENRIQUE PIÑATE ESPIDEL, quien con tal carácter suscribe el presente fallo. En esa misma fecha, se pasó el expediente al Juez Ponente.
En fecha 16 de agosto de 2005, se eligió la Junta Directiva de esta Corte, la cual quedó integrada de la siguiente manera: RAFAEL ORTIZ-ORTIZ, Juez-Presidente, OSCAR ENRIQUE PIÑATE ESPIDEL, Juez-Vice-Presidente y TRINA OMAIRA ZURITA, Jueza.

Realizado el estudio individual de las actas procesales que conforman el expediente, esta Corte pasa a decidir, previas las siguientes consideraciones:

I
FUNDAMENTOS DE LA PRETENSIÓN

La pretensión de amparo constitucional interpuesta, se basó en las siguientes argumentaciones:

Indicaron los pretensores que son propietarios de las parcelas de terreno 19/20 y 21, ubicadas en la manzana 16 de los planos de la urbanización Altamira en el Municipio Chacao, según documento protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro Público del mencionado Municipio, y tienen como objetivo desarrollar una edificación de 5 niveles destinados al uso comercial y hotelero conforme a las características particulares de desarrollo contenidas en el Informe N° 97-51 emanado de la Comisión de Urbanismo, aprobado por la Cámara Municipal de Chacao en sesión ordinaria de fecha 11 de noviembre de 1997.

El 23 de mayo de 2002, solicitaron una consulta preliminar ante la Dirección de Ingeniería Municipal de la Alcaldía del Municipio Chacao, basándose en un anteproyecto elaborado conforme a las características particulares de desarrollo del referido Acuerdo de Cámara en cuya evacuación contenida en el oficio N° 000918 de fecha 30 de agosto de 2002, emanada de dicha dirección, no se encontró objeción en las áreas presentadas, debiendo respetar el retiro de frente establecido en el mencionado acuerdo.

Sostuvieron que luego de la elaboración del proyecto, la tramitación y obtención de los recaudos necesarios, en fecha 4 de junio de 2004, procedieron a efectuar la notificación de inicio de obra N° 0005 ante la Dirección de Ingeniería Municipal de la Alcaldía del Municipio Chacao.

Aducen que habiendo trascurrido más de 131 días desde la presentación de dicha solicitud no han recibido respuesta, vulnerando el mandato legal contenido en los artículos 85 y 119 de la Ley Orgánica de Ordenación Urbanística en concordancia con el artículo 55 de la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio operando el silencio administrativo positivo.

En tal sentido, señala la doctrina referida al silencio administrativo positivo, y expone que tales circunstancias han sido confirmadas por la jurisprudencia de esta Corte Primera, mediante sentencias de los casos “(…) ‘Urbanizadora el Pedregal y Urbanizadora BHO C.A. de fechas 18/08/88 y 20/12/91, caso ‘Inversiones Caudillaje, C.A.’ de fecha 13/02/92, Consorcio Barr, S.A.., de fecha 15/02/92, Promotora Rosavila de fecha 11/03/93, Altos de Curicara, S.A. de fecha 01/12/94 (…)”.

Exponen los pretensores que el objetivo de la Ley Orgánica de Ordenación Urbanística es combatir las prácticas burocráticas, y mediante el silencio positivo no se puede adquirir más de los que hubiese obtenido mediante un auto expreso. Continúan narrando que el silencio administrativo positivo precisa una autorización tácita, que se compadece con las resultas de la consulta preliminar y por lo tanto el proyecto se realizó conforme a las especificaciones de la consulta preliminar, no se explican por qué la Administración Municipal se tarda en otorgar la citada constancia.

Arguyen que los requisitos formales para que opere el silencio administrativo se cumple con la presentación de la solicitud de inicio de obra y el acompañamiento de los estudios técnicos. Igualmente, que para la fecha de inicio de la nueva obra, las certificaciones de suministros de servicios básicos fueron canceladas, así como los respectivos impuestos, razón por la cual denunciaron la violación de los derechos contenidos en los artículos 51 y 115 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Finalmente piden que se restablezca la situación jurídica infringida en el uso y goce del derecho de propiedad y el derecho de petición de conformidad con el artículo 51 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con los artículos 2 y 5 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales por la supuesta omisión de la Dirección de Ingeniería Municipal del Municipio Chacao al incumplir lo dispuesto en el artículo 55 de la Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio concatenado con el artículo 85 de la Ley Orgánica de Ordenación Urbanística, en consecuencia solicitan a la referida Dirección expedir la Constancia de Ajustes de Variables Urbanas Fundamentales, conforme a las directrices del Acuerdo Cámara aprobado en fecha 11 de noviembre de 1997 por la Cámara Municipal de Chacao y demás determinaciones contenidas en las Ordenanzas y Leyes respectivas.

II
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR

Corresponde a esta Corte pronunciarse acerca de su competencia para conocer de la presente pretensión de amparo constitucional interpuesta y, en tal sentido se observa que la Sala Político Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia Nº 725 de fecha 29 de junio de 2004, caso: Karely Violeta Abunassar Aponte vs. Corporación Tachirense de Turismo (COTATUR), señaló:

“(…) visto que el presente caso versa sobre la consulta de un fallo dictado por el Juzgado Superior en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Circunscripción Judicial de la Región de los Andes, con ocasión de la acción autónoma ejercida, resulta indubitable que la alzada natural para conocer de la consulta antes señalada, es la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo y no esta Sala Político Administrativa.”. (Resaltado de esta Corte).
Tal criterio, fue precisado por la Sentencia de la Sala Político Administrativa, Nº 2271, de fecha 24 de noviembre de 2004, caso: Tecno Servicios Yes´Card, C.A., donde la referida Sala actuando en su condición de rectora y cúspide de la Jurisdicción Contencioso Administrativa delimitó el ámbito competencial de estas Cortes Primera y Segunda de lo Contencioso Administrativo, reconociéndolas expresamente como alzadas naturales de los Juzgados Superiores Contencioso Administrativos.

Con base en las consideraciones realizadas ut supra, esta Corte Primera de lo Contencioso Administrativo resulta COMPETENTE para conocer del caso de autos. Así se declara.

Visto lo anterior, debe este Órgano Jurisdiccional realizar las siguientes precisiones:

La presente causa ingresó por ante la U.R.D.D. de las Cortes Primera y Segunda de lo Contencioso Administrativo, en fecha 7 de junio de 2005, dándose cuenta a la Corte en fecha 13 de junio de 2005 y designándose el Juez Ponente en esa misma fecha.

Ahora bien, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, mediante sentencia de fecha 22 de junio de 2005, signada con el número 1.307, declaró que la Disposición Derogatoria Única de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, había derogado parcialmente el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, en cuanto a la consulta de los fallos de amparo constitucional, al respecto indicó lo siguiente:

“(…) 1.Como punto previo, esta Sala pasa a la interpretación del artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, el cual dispone:
‘Artículo 35.- Contra la decisión dictada en primera instancia sobre la solicitud de amparo se oirá apelación en un solo efecto. Si transcurridos tres (3) días de dictado el fallo, las partes, el Ministerio Público o los procuradores no interpusieren apelación, el fallo será consultado con el Tribunal Superior respectivo, al cual se le remitirá inmediatamente copia certificada de lo conducente. Este Tribunal decidirá dentro de un lapso no mayor de treinta (30) días’.
La consulta que se dispone en el artículo que se transcribió, a diferencia del recurso de apelación, es una institución procesal por la cual el superior jerárquico del juez que emitió una providencia, en ejercicio de la competencia funcional de que está dotado, se encuentra habilitado para la revisión o examen oficioso, esto es, sin que medie petición o instancia de parte, de la decisión de primera instancia. La competencia funcional del superior que conoce de la consulta opera de pleno derecho, porque no requiere de una petición o de un acto procesal de la parte para el conocimiento, en alzada, del asunto. Así, la consulta suple la inactividad de la parte en cuyo favor ha sido instituida cuando ésta no interpone apelación.
Así mismo, en la disposición legal que se transcribió se recogió el recurso de apelación, el cual integra la garantía general y universal de impugnación que se reconoce a quienes han intervenido o están legitimados para la intervención en una causa para la obtención de tutela a favor de un interés jurídico propio, con el fin de que el juez de grado superior revise y corrija los defectos, vicios o errores jurídicos del procedimiento o de la sentencia, en que hubiere incurrido el a quo.
El establecimiento del doble grado de jurisdicción tiene un vínculo estrecho con el debido proceso y el derecho de defensa, ya que busca una protección plena de los derechos de quienes acuden al aparato estatal, en busca de justicia, como forma de garantía de una recta administración de la misma.
Ahora bien, los expedientes que se remiten en consulta, contienen decisiones en relación con las cuales se presume, por falta de apelación, que todas las partes están conformes. Además, se observa que en la aplicación histórica de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales por parte de la Corte Suprema de Justicia y, ahora de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, la consulta ha constituido, más que una garantía, una limitación al principio de economía procesal.
En efecto, es evidente que las causas en consulta recargan en forma significativa los ya muy abultados deberes del Poder Judicial y, con ello, estimulan retardos procesales, en cuanto restan tiempo y esfuerzo para el conocimiento de otros procesos en los cuales sí existe controversia o disconformidad. Al respecto, resulta relevante que, en la mayoría de los casos, las sentencias objeto de consulta se confirman porque se determina que fueron pronunciadas conforme a derecho, como hacía presumir, ab initio, la falta de apelación.
Con la acumulación de causas en consulta pendientes de decisión, se contraría el precepto del artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que garantiza el derecho ‘a obtener con prontitud la decisión correspondiente’ y a una justicia ‘expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles’ y el del artículo 27 eiusdem que garantiza, para el amparo, un procedimiento breve, no sujeto a formalidad y capaz de garantizar el restablecimiento inmediato de la situación jurídica infringida. Y es que, según el artículo 257 de la Carta Magna: ‘El proceso constituye un instrumento fundamental para la realización de la justicia. Las leyes procesales establecerán la simplificación, uniformidad y eficacia de los trámites y adoptarán un procedimiento breve, oral y público...’. Resulta evidente que, por muy bien que el legislador diseñe los procesos, a la luz de este imperativo constitucional, ellos no ofrecerán la garantía de instrumentos idóneos para la realización de la justicia si se acumulan en los archivos judiciales sin que haya una posibilidad real, material, de su tramitación a tiempo, a causa de su elevado número.
Los valores de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, propios de un Estado de Derecho y de Justicia, que se acogieron en normas como las que se citaron, imponen la revisión de las normas infra y pre constitucionales que impidan u obstaculicen la garantía de una justicia con las características que describe el Texto Constitucional.
En la actualidad, es un hecho notorio que el Sistema de Justicia presenta un serio problema de insuficiencia de recursos, ante el gran cúmulo de asuntos que tiene pendientes de atención. La carga de trabajo del Poder Judicial, junto a la falta de capacitación continua, bajos salarios y escasez de recursos -problemas todos estos a cuya solución está abocado este Tribunal Supremo de Justicia como cabeza del Sistema de Justicia-, limitan la posibilidad de que se imparta una justicia expedita, eficiente, pronta, completa y adecuada para los justiciables.
En este sentido, se observa que la norma derogatoria de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela dispone:
‘Única. Queda derogada la Constitución de la República de Venezuela decretada el veintitrés de enero de mil novecientos sesenta y uno. El resto del ordenamiento jurídico mantendrá su vigencia en todo lo que no contradiga esta Constitució’.
Así, con la entrada en vigencia de la Constitución, se produjeron efectos derogatorios respecto del ordenamiento jurídico preconstitucional contrario a sus normas. La consecuencia de tales efectos es que el ordenamiento jurídico preconstitucional, que contradiga las normas de la Constitución, se considera tácitamente derogado, y mantienen vigencia solamente los preceptos que no estén en contradicción con la Constitución. (Resaltado de la Corte)

Luego de la trascripción de los artículos 26, 27 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la Sala concluyó que:

“(…) Después de un cuidadoso análisis del asunto y de la observación, a través del tiempo, de las circunstancias que fueron expuestas, que la consulta a que se refiere el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, tal como se razonó, antagoniza con lo que disponen los artículos 26, 27 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por lo que se declara que ella, la consulta, fue derogada por la disposición Derogatoria Única de la Constitución vigente. Así se declara.
(…)
Por cuanto la presente declaratoria de derogatoria tácita se formula por primera vez por este Tribunal Supremo de Justicia, no se aplica en el caso de autos y, en salvaguarda de los intereses de quienes tienen causas de amparo pendientes ante esta Sala y ante otros tribunales constitucionales de la República, en protección al derecho a la tutela judicial eficaz que la Constitución garantiza a todos los justiciables y en respeto, por último, a la confianza legítima que tienen éstos en la estabilidad de las decisiones judiciales, la Sala ordena la publicación de la presente decisión en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela y no aplicará –ni lo hará ningún tribunal del país- este criterio a las causas que se encuentren pendientes en las circunstancias que se expusieron en el presente fallo, sino luego del transcurso de treinta (30) días posteriores a dicha publicación –en aplicación analógica del lapso que dispone el artículo 267.1 del Código de Procedimiento Civil-, para que, dentro de ese período, las partes manifiesten su interés en que la consulta que esté pendiente se decida. En el caso de que las partes no concurran, se remitirá el expediente al tribunal de origen mediante un auto, ya que quedará definitivamente firme la decisión que hubiere dictado. Así se declara”. (Negrillas de esta Corte).

De la lectura del fallo parcialmente trascrito se observa claramente que la Sala estableció que las consultas constituyen, en algunos casos, una limitación a los principios de economía y celeridad procesal e impuso una condición para que éstas pudieran ser decididas, la cual consiste en que cualquiera de los justiciables concurra por ante el respectivo Tribunal, a fin de que manifiesten su interés en que se decida la consulta en curso, dentro de los 30 días siguientes a partir de la publicación de la sentencia de la Sala Constitucional en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, lo cual ocurrió el 1° de julio de 2005, en consecuencia los 30 días a los que hacía referencia el fallo, vencieron el 31 de julio de 2005.

En razón de lo anterior, se observa que de la revisión de las actas que conforman el presente expediente, no se evidencia que ninguna de las partes del presente proceso de amparo constitucional- los ciudadanos ANTONIO YAMIN GETANIS y CARLOS YAMIN GEITANI así como los apoderados judiciales de la DIRECCIÓN DE INGENIERÍA MUNICIPAL DE LA ALCALDÍA DEL MUNICIPIO CHACAO DEL ESTADO MIRANDA- hayan concurrido por ante esta Corte a manifestar su interés en que la consulta de autos sea en efecto decidida, pues corre inserta al folio 64, la última actuación en el procedimiento la cual es el auto designando al Juez Ponente el 13 de junio de 2005 y, vencido como se encuentra el lapso de 30 días al cual hace mención la sentencia in refero, esta Corte ORDENA la remisión del presente expediente al Juzgado Superior Séptimo de lo Contencioso Administrativo de la Región Capital, en acatamiento a lo dispuesto en el fallo de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia citado supra. Así se decide.

III
DECISIÓN

Por las razones anteriormente expuestas esta Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, declara:

1.- COMPETENTE para conocer de la Consulta del fallo de fecha 1° de noviembre de 2004, dictado por el Juzgado Superior Séptimo de lo Contencioso Administrativo de la Región Capital, mediante el cual declaró inadmisible la pretensión de amparo constitucional incoada por los ciudadanos ANTONIO YAMIN GETANIS y CARLOS YAMIN GEITANI venezolanos, mayores de edad, titulares de las Cédulas de Identidad N° 5.133.941 y 5.531.345, asistido por el abogado RAÚL HERNÁNDEZ MARÍN, inscrito en el Inpreabogado bajo el N° 39.697 contra la supuesta “abstención lesiva de la Dirección de Ingeniería Municipal de la Alcaldía de Chacao en pronunciarse acerca de la aprobación de (su) proyecto de edificación, notificación de inicio de obra numero 0005 de fecha 04/06/2004 (sic)”.

2.- DEFINITIVAMENTE FIRME EL FALLO y se ORDENA LA REMISIÓN del presente expediente al Juzgado Superior Séptimo de lo Contencioso Administrativo de la Región Capital, en acatamiento a lo establecido por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, mediante sentencia de fecha 22 de junio de 2005, signada con el N° 1.307, por cuanto las partes involucradas en esta pretensión no han manifestado interés en que sea decidida.

Publíquese y regístrese. Cúmplase lo ordenado. Déjese copia de la presente decisión. Remítase el expediente al Juzgado de origen.

Dada, sellada y firmada en la Sala de Sesiones de la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, en Caracas a los diecinueve (19) días del mes de septiembre de dos mil cinco (2005). Años 195° de la Independencia y 146° de la Federación.


El Juez Presidente,

RAFAEL ORTIZ-ORTIZ

El Juez Vicepresidente,


OSCAR ENRIQUE PIÑATE ESPIDEL
Ponente
La Jueza,


TRINA OMAIRA ZURITA


La Secretaria Temporal,


MORELLA REINA HERNÁNDEZ

Exp. N° AP42-O-2005-000636.-
OEPE/16.-
En la misma fecha, diecinueve (19) de septiembre de dos mil cinco (2005), siendo la una y cuatro minutos de la tarde (1:04pm), se publicó y registró la anterior sentencia bajo el N°.AB412005001237.
La Secretaria Temporal,