REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
JUZGADO SEGUNDO DE PRIMERA INSTANCIA EN FUNCIÓN DE CONTROL, AUDIENCIAS Y MEDIDAS CON COMPETENCIA DE DELITOS DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

PODER JUDICIAL

Circuito Judicial con Competencia en DVM .Tribunal de Primera Instancia en Funciones de Control del Edo. Lara
Barquisimeto, 17 de Abril de 2015
204º y 156º

ASUNTO PRINCIPAL: KP01-S-2015-001035
IDENTIFICACIÓN DE LAS PARTES:

IMPUTADO: RICHARD ALFREDO RODRIGUEZ CASTILLO, Titular de la Cedula de Identidad N V.-(...)

DEFENSA PRIVADA: ABG. YURANCY ARTEAGA
FISCALIA 20º DEL MINISTERIO PÚBLICO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO LARA: ABG. ANDREINA ARIAS.
VICTIMA: ADOLESCENTE (cuya identidad se omite de conformidad con lo previsto en el artículo 65 de la LOPNNA).

DELITO: (...), previstos y sancionados en el artículo (...) de la Ley Orgánica Sobre el derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

MOTIVO: REVISIÓN DE MEDIDA.

MOTIVA
Visto el escrito presentado por la abogada YURANCY MERCEDES ARTEAGA, en su condición de Defensa Privada del ciudadano RICHARD ALFREDO RODRÍGUEZ, mediante el cual solicita entre otras cosas, lo siguiente:
“(…) a los fines de solicitar mediante el presente escrito, la revisión de la MEDIDA CAUTELAR SUSTITUTIVA DE ARRESTO DOMICILIARIO que pesa sobre mi defendido (…)”.

Al respecto, esta juzgadora observa que en la presente causa, en fecha 28 de Febrero de 2015, fue celebrada audiencia de presentación del imputado de autos por este Tribunal, mediante la cual se le impuso a dicho ciudadano la medida cautelar sustitutiva contenida en el número 1° del artículo 242 del COPP, consistente en la detención domiciliaria, por la presunta comisión del delito de (...), previstos y sancionados en el artículo (...) de la Ley Orgánica Sobre el derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Ahora bien, quien suscribe a los fines de pronunciarse sobre la solicitud efectuada por la referida ciudadana, procede a hacer las siguientes consideraciones:
En todo proceso cualquiera sea su naturaleza, existe como componente esencial a la tutela judicial efectiva el derecho a solicitar medidas cautelares tendientes a impedir que la necesidad de un juicio previo y debido proceso sacrifique la realización de la justicia, haciendo imposible el cumplimiento de la sentencia de fondo.
En materia procesal penal estas medidas de aseguramiento están relacionadas con medidas no sólo de carácter patrimonial o medidas cautelares reales, en casos específicos, sino medidas corporales o de coerción personal que son el común denominador en este tipo de asuntos, lo que implica limitar derechos de la esfera individual de las personas.
En relación a ello ROXIN, al referirse a estas limitaciones indica, lo siguiente: “Para llevar a cabo el proceso penal son indispensables las injerencias en la esfera individual y, por cierto, tanto para asegurar el proceso de conocimiento como para asegurar la ejecución penal”.
Por su parte, los fines de estos medios de coerción personal para SCHROEDER (1985) citado por ROXIN, se distinguen en seis fines distintos a saber: 1) Investigación; 2) Aseguramiento de Pruebas; 3) Comprobación de los presupuestos procesales; 4) Aseguramiento de la posibilidad de realización del procedimiento; 5) Aseguramiento de la ejecución de la sentencia; y 6) Prevención de los hechos punibles.
Por su parte ASENCIO MELLADO en relación a fines de las medidas de coerción personal las clasifica en cuatro que son las siguientes:
“evitar la frustración del proceso imposibilitando la fuga del imputado; asegurar el éxito de la instrucción y el ocultamiento de futuros medios de prueba; impedir la reiteración delictiva; y satisfacer las demandas sociales de seguridad en los casos en los que el delito haya causado alarma”.

Nuestro proceso penal reconoce como finalidades de las medidas de coerción personal, evitar la frustración del proceso por fuga del imputado, y asegurar el resultado de la investigación y evitar el ocultamiento de futuras pruebas.
En este sentido, el legislador ha considerado que a los fines de solicitar una medida de privación judicial preventiva de libertad se deben cumplir con los extremos contenidos en el artículo 250 del texto adjetivo penal, que son las siguientes:
“1) Un hecho punible que merezca pena privativa de libertad y cuya acción penal no se encuentre evidentemente prescrita; 2) Fundados elementos de convicción para estimar que el imputado ha sido autor o partícipe en la comisión de un hecho punible; 3) Una presunción razonable, por la apreciación de las circunstancias del caso particular, de peligro de fuga o de obstaculización en la búsqueda de la verdad respecto de un acto concreto de investigación”.

En relación a las medidas cautelares sustitutivas dispone el artículo 256 lo siguiente: “Siempre que los supuestos que motivan la privación judicial preventiva de libertad puedan ser razonablemente satisfechos con la aplicación de otra medida menos gravosa para el imputado, el tribunal competente, de oficio o a solicitud del Ministerio Público o del imputado, deberá imponerle en su lugar, mediante resolución motivada, alguna de las medidas siguientes…omisis…”, con lo cual podemos afirmar que a los fines de que sea dictada una medida cautelar sustitutiva, deben encontrarse satisfechos los mismos extremos que para dictar una privación judicial preventiva de Libertad, pero que por las circunstancias del caso se pueda ver satisfecha con una medida menos extrema, pero siempre teniendo en cuenta que dicha medida debe atender a la finalidad para la cual fue decretada que como se indicara ut supra, debe impedir la fuga del imputado, y de impedir que el imputado pueda borrar o impedir que sean traídas al proceso determinadas pruebas.
Estas medidas de coerción personal tienen unas características derivadas de su naturaleza jurídica, como lo son: 1) Instrumentalidad; 2) Provisionalidad; 3) Variabilidad o regla “Rebus sic stantibus”; 4) Jurisdiccionalidad.
Las medidas cautelares son instrumentales, porque ellas no son un fin en si mismas, sino que atienden a garantizar la ejecución definitiva del fallo sobre el fondo del asunto, y su necesidad radica en la necesidad de tiempo para la tramitación del proceso y posterior culminación.
Son Provisionales porque las mismas tienen una duración limitada en el tiempo, comprendido este entre el tiempo en que son decretadas y el momento en que se dicta la sentencia definitiva, y delimitada en nuestra legislación en el artículo 244 del texto adjetivo penal, en relación al lapso de dos (02) años, o de cumplimiento de la pena mínima por el delito que está siendo procesado.
Es Jurisdiccional porque sólo pueden los Órganos Jurisdiccionales dictar una medida de coerción personal, atendiendo a la naturaleza de indisponibilidad del derecho a la libertad, y atendiendo al principio de exclusividad jurisdiccional.
El cumplimiento de la regla “rebus sic stantibus”, se encuentra referido a que las providencias cautelares cualquiera sea su naturaleza queda sometida a los cambios o modificaciones que presenten las condiciones que hayan determinado su imposición.
En relación a esta ultima característica ASENCIO MELLADO, en relación al contenido y operabilidad de la misma ha indicado:
“…omisis…La regla “rebus sic stantibus” hace referencia a la dependencia de la vigencia de la prisión preventiva en un proceso determinado, de la subsistencia o invariabilidad de las razones y motivos que constituyeron la base de su adopción.
En su virtud, si dichos motivos desaparecen o varían a lo largo de la causa, correlativamente, la medida cautelar ha de sufrir los efectos derivados de tal modificación y, consecuentemente, debe ser levantada o acomodada a la nueva situación…omisis…”. (Subrayado de la Corte).

Atendiendo a lo anterior, el legislador incluyo en nuestro cuerpo normativo adjetivo penal, los mecanismos para dar cumplimiento estricto a esta especial característica de las medidas de coerción personal como lo son el examen y revisión de la medida contenida en el artículo 264 y la revocatoria de las medidas cautelares por incumplimiento, la primera referida a la situación en la que habiendo cesado las circunstancias que dieron lugar a la imposición de la medida esta se revoca y cesa toda coerción; y la segunda referida a la situación en la que debido al incumplimiento por parte del imputado de las obligaciones que asumió al momento en que se le impuso la medida, el juez decide revocar la medida cautelar sustitutiva e imponer una más gravosa.
Así las cosas, de un análisis exhaustivo de los motivos esgrimidos por este Juzgado, para decretar la medida cautelar sustitutiva de la cual se pretende su revisión, se puede colegir que hasta la presente fecha no han variado de ningún modo las circunstancias que motivaron el decreto de la misma, no existiendo en autos ningún elemento en el cual se pudiera concluir que hayan cambiado tales circunstancias, así como tampoco se indica en el escrito de solicitud de revisión de medida, la forma en que supuestamente hayan variado dicho evento; solo existen argumentos para el momento en que fue decretada la medida, lo cual en nada desvirtúa o varía los motivos en que su sustenta la medida de coerción personal que pesa en contra del mismo, adicional no están llenos los extremos establecidos en el artículo 230 del texto adjetivo penal, motivos por los cuales hace forzoso para esta juzgadora declarar SIN LUGAR, la solicitud de revisión de medida planteada, por no haber variado las circunstancias que motivaron la imposición de la medida cautelar sustitutiva. Así se decide.
En tal sentido y en criterio de quien decide, las circunstancias alegadas por la ciudadana, no son motivos suficientes para sustituir la medida de detención domiciliaria impuesta al ciudadano RICHARD ALFREDO RODRIGUEZ, por otra menos gravosa, por considerar este tribunal que siguen inalterables los extremos para la imposición y mantenimiento de la Medida impuesta en su oportunidad que pesa contra el mismo, por lo que esta juzgadora estima que la misma debe mantenerse, cumpliéndose así con lo previsto en los artículos 242, y 250 del Código Orgánico Procesal Penal. Así se decide.

DISPOSITIVA
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

PODER JUDICIAL

Circuito Judicial con Competencia en DVM .Tribunal de Primera Instancia en Funciones de Control del Edo. Lara
Barquisimeto, 17 de Abril de 2015
204º y 156º

ASUNTO PRINCIPAL: KP01-S-2015-001035
IDENTIFICACIÓN DE LAS PARTES:

IMPUTADO: RICHARD ALFREDO RODRIGUEZ CASTILLO, Titular de la Cedula de Identidad N V.-(...)

DEFENSA PRIVADA: ABG. YURANCY ARTEAGA
FISCALIA 20º DEL MINISTERIO PÚBLICO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO LARA: ABG. ANDREINA ARIAS.
VICTIMA: ADOLESCENTE (cuya identidad se omite de conformidad con lo previsto en el artículo 65 de la LOPNNA).

DELITO: (...), previstos y sancionados en el artículo (...) de la Ley Orgánica Sobre el derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

MOTIVO: REVISIÓN DE MEDIDA.

MOTIVA
Visto el escrito presentado por la abogada YURANCY MERCEDES ARTEAGA, en su condición de Defensa Privada del ciudadano RICHARD ALFREDO RODRÍGUEZ, mediante el cual solicita entre otras cosas, lo siguiente:
“(…) a los fines de solicitar mediante el presente escrito, la revisión de la MEDIDA CAUTELAR SUSTITUTIVA DE ARRESTO DOMICILIARIO que pesa sobre mi defendido (…)”.

Al respecto, esta juzgadora observa que en la presente causa, en fecha 28 de Febrero de 2015, fue celebrada audiencia de presentación del imputado de autos por este Tribunal, mediante la cual se le impuso a dicho ciudadano la medida cautelar sustitutiva contenida en el número 1° del artículo 242 del COPP, consistente en la detención domiciliaria, por la presunta comisión del delito de (...), previstos y sancionados en el artículo (...) de la Ley Orgánica Sobre el derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Ahora bien, quien suscribe a los fines de pronunciarse sobre la solicitud efectuada por la referida ciudadana, procede a hacer las siguientes consideraciones:
En todo proceso cualquiera sea su naturaleza, existe como componente esencial a la tutela judicial efectiva el derecho a solicitar medidas cautelares tendientes a impedir que la necesidad de un juicio previo y debido proceso sacrifique la realización de la justicia, haciendo imposible el cumplimiento de la sentencia de fondo.
En materia procesal penal estas medidas de aseguramiento están relacionadas con medidas no sólo de carácter patrimonial o medidas cautelares reales, en casos específicos, sino medidas corporales o de coerción personal que son el común denominador en este tipo de asuntos, lo que implica limitar derechos de la esfera individual de las personas.
En relación a ello ROXIN, al referirse a estas limitaciones indica, lo siguiente: “Para llevar a cabo el proceso penal son indispensables las injerencias en la esfera individual y, por cierto, tanto para asegurar el proceso de conocimiento como para asegurar la ejecución penal”.
Por su parte, los fines de estos medios de coerción personal para SCHROEDER (1985) citado por ROXIN, se distinguen en seis fines distintos a saber: 1) Investigación; 2) Aseguramiento de Pruebas; 3) Comprobación de los presupuestos procesales; 4) Aseguramiento de la posibilidad de realización del procedimiento; 5) Aseguramiento de la ejecución de la sentencia; y 6) Prevención de los hechos punibles.
Por su parte ASENCIO MELLADO en relación a fines de las medidas de coerción personal las clasifica en cuatro que son las siguientes:
“evitar la frustración del proceso imposibilitando la fuga del imputado; asegurar el éxito de la instrucción y el ocultamiento de futuros medios de prueba; impedir la reiteración delictiva; y satisfacer las demandas sociales de seguridad en los casos en los que el delito haya causado alarma”.

Nuestro proceso penal reconoce como finalidades de las medidas de coerción personal, evitar la frustración del proceso por fuga del imputado, y asegurar el resultado de la investigación y evitar el ocultamiento de futuras pruebas.
En este sentido, el legislador ha considerado que a los fines de solicitar una medida de privación judicial preventiva de libertad se deben cumplir con los extremos contenidos en el artículo 250 del texto adjetivo penal, que son las siguientes:
“1) Un hecho punible que merezca pena privativa de libertad y cuya acción penal no se encuentre evidentemente prescrita; 2) Fundados elementos de convicción para estimar que el imputado ha sido autor o partícipe en la comisión de un hecho punible; 3) Una presunción razonable, por la apreciación de las circunstancias del caso particular, de peligro de fuga o de obstaculización en la búsqueda de la verdad respecto de un acto concreto de investigación”.

En relación a las medidas cautelares sustitutivas dispone el artículo 256 lo siguiente: “Siempre que los supuestos que motivan la privación judicial preventiva de libertad puedan ser razonablemente satisfechos con la aplicación de otra medida menos gravosa para el imputado, el tribunal competente, de oficio o a solicitud del Ministerio Público o del imputado, deberá imponerle en su lugar, mediante resolución motivada, alguna de las medidas siguientes…omisis…”, con lo cual podemos afirmar que a los fines de que sea dictada una medida cautelar sustitutiva, deben encontrarse satisfechos los mismos extremos que para dictar una privación judicial preventiva de Libertad, pero que por las circunstancias del caso se pueda ver satisfecha con una medida menos extrema, pero siempre teniendo en cuenta que dicha medida debe atender a la finalidad para la cual fue decretada que como se indicara ut supra, debe impedir la fuga del imputado, y de impedir que el imputado pueda borrar o impedir que sean traídas al proceso determinadas pruebas.
Estas medidas de coerción personal tienen unas características derivadas de su naturaleza jurídica, como lo son: 1) Instrumentalidad; 2) Provisionalidad; 3) Variabilidad o regla “Rebus sic stantibus”; 4) Jurisdiccionalidad.
Las medidas cautelares son instrumentales, porque ellas no son un fin en si mismas, sino que atienden a garantizar la ejecución definitiva del fallo sobre el fondo del asunto, y su necesidad radica en la necesidad de tiempo para la tramitación del proceso y posterior culminación.
Son Provisionales porque las mismas tienen una duración limitada en el tiempo, comprendido este entre el tiempo en que son decretadas y el momento en que se dicta la sentencia definitiva, y delimitada en nuestra legislación en el artículo 244 del texto adjetivo penal, en relación al lapso de dos (02) años, o de cumplimiento de la pena mínima por el delito que está siendo procesado.
Es Jurisdiccional porque sólo pueden los Órganos Jurisdiccionales dictar una medida de coerción personal, atendiendo a la naturaleza de indisponibilidad del derecho a la libertad, y atendiendo al principio de exclusividad jurisdiccional.
El cumplimiento de la regla “rebus sic stantibus”, se encuentra referido a que las providencias cautelares cualquiera sea su naturaleza queda sometida a los cambios o modificaciones que presenten las condiciones que hayan determinado su imposición.
En relación a esta ultima característica ASENCIO MELLADO, en relación al contenido y operabilidad de la misma ha indicado:
“…omisis…La regla “rebus sic stantibus” hace referencia a la dependencia de la vigencia de la prisión preventiva en un proceso determinado, de la subsistencia o invariabilidad de las razones y motivos que constituyeron la base de su adopción.
En su virtud, si dichos motivos desaparecen o varían a lo largo de la causa, correlativamente, la medida cautelar ha de sufrir los efectos derivados de tal modificación y, consecuentemente, debe ser levantada o acomodada a la nueva situación…omisis…”. (Subrayado de la Corte).

Atendiendo a lo anterior, el legislador incluyo en nuestro cuerpo normativo adjetivo penal, los mecanismos para dar cumplimiento estricto a esta especial característica de las medidas de coerción personal como lo son el examen y revisión de la medida contenida en el artículo 264 y la revocatoria de las medidas cautelares por incumplimiento, la primera referida a la situación en la que habiendo cesado las circunstancias que dieron lugar a la imposición de la medida esta se revoca y cesa toda coerción; y la segunda referida a la situación en la que debido al incumplimiento por parte del imputado de las obligaciones que asumió al momento en que se le impuso la medida, el juez decide revocar la medida cautelar sustitutiva e imponer una más gravosa.
Así las cosas, de un análisis exhaustivo de los motivos esgrimidos por este Juzgado, para decretar la medida cautelar sustitutiva de la cual se pretende su revisión, se puede colegir que hasta la presente fecha no han variado de ningún modo las circunstancias que motivaron el decreto de la misma, no existiendo en autos ningún elemento en el cual se pudiera concluir que hayan cambiado tales circunstancias, así como tampoco se indica en el escrito de solicitud de revisión de medida, la forma en que supuestamente hayan variado dicho evento; solo existen argumentos para el momento en que fue decretada la medida, lo cual en nada desvirtúa o varía los motivos en que su sustenta la medida de coerción personal que pesa en contra del mismo, adicional no están llenos los extremos establecidos en el artículo 230 del texto adjetivo penal, motivos por los cuales hace forzoso para esta juzgadora declarar SIN LUGAR, la solicitud de revisión de medida planteada, por no haber variado las circunstancias que motivaron la imposición de la medida cautelar sustitutiva. Así se decide.
En tal sentido y en criterio de quien decide, las circunstancias alegadas por la ciudadana, no son motivos suficientes para sustituir la medida de detención domiciliaria impuesta al ciudadano RICHARD ALFREDO RODRIGUEZ, por otra menos gravosa, por considerar este tribunal que siguen inalterables los extremos para la imposición y mantenimiento de la Medida impuesta en su oportunidad que pesa contra el mismo, por lo que esta juzgadora estima que la misma debe mantenerse, cumpliéndose así con lo previsto en los artículos 242, y 250 del Código Orgánico Procesal Penal. Así se decide.

DISPOSITIVA
En mérito de lo expuesto, este Tribunal en Funciones de Control, Audiencias y Medidas N° 2 del Circuito Judicial Con Competencias en delitos de Violencia Contra la Mujer del Estado Lara, Administrando Justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley, DECLARA:
PRIMERO: SIN LUGAR la solicitud de la Defensa Privada, abogada YURANCY MERCEDES ARTEAGA, Inpreabogado Nro. 90.172 de sustitución de la medida de detención domiciliaria que pesa en contra del imputado RICHARD ALFREDO RODRIGUEZ, por una medida cautelar menos gravosa, atendiendo que no han variado las circunstancias que dieron lugar a la imposición de la anterior medida ordenada en contra de éste, por la presunta comisión de los delitos de (...), previstos y sancionados en el artículo (...) de la Ley Orgánica Sobre el derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia..
SEGUNDO: Notifíquese a la Defensa Privada de la presente decisión. Dada, firmada y sellada en la sede de este Despacho en fecha 17 de Abril de 2015. Regístrese, Publíquese, Notifíquese y Cúmplase.

LA JUEZA DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN FUNCION DE CONTROL, AUDIENCIAS Y MEDIDAS Nº 2


ABG. ANNIELY ELIAS CORONA




EL SECRETARIO



REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

PODER JUDICIAL

Circuito Judicial con Competencia en DVM .Tribunal de Primera Instancia en Funciones de Control del Edo. Lara
Barquisimeto, 17 de Abril de 2015
204º y 156º

ASUNTO PRINCIPAL: KP01-S-2015-001035
IDENTIFICACIÓN DE LAS PARTES:

IMPUTADO: RICHARD ALFREDO RODRIGUEZ CASTILLO, Titular de la Cedula de Identidad N V.-(...)

DEFENSA PRIVADA: ABG. YURANCY ARTEAGA
FISCALIA 20º DEL MINISTERIO PÚBLICO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO LARA: ABG. ANDREINA ARIAS.
VICTIMA: ADOLESCENTE (cuya identidad se omite de conformidad con lo previsto en el artículo 65 de la LOPNNA).

DELITO: (...), previstos y sancionados en el artículo (...) de la Ley Orgánica Sobre el derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.

MOTIVO: REVISIÓN DE MEDIDA.

MOTIVA
Visto el escrito presentado por la abogada YURANCY MERCEDES ARTEAGA, en su condición de Defensa Privada del ciudadano RICHARD ALFREDO RODRÍGUEZ, mediante el cual solicita entre otras cosas, lo siguiente:
“(…) a los fines de solicitar mediante el presente escrito, la revisión de la MEDIDA CAUTELAR SUSTITUTIVA DE ARRESTO DOMICILIARIO que pesa sobre mi defendido (…)”.

Al respecto, esta juzgadora observa que en la presente causa, en fecha 28 de Febrero de 2015, fue celebrada audiencia de presentación del imputado de autos por este Tribunal, mediante la cual se le impuso a dicho ciudadano la medida cautelar sustitutiva contenida en el número 1° del artículo 242 del COPP, consistente en la detención domiciliaria, por la presunta comisión del delito de (...), previstos y sancionados en el artículo (...) de la Ley Orgánica Sobre el derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Ahora bien, quien suscribe a los fines de pronunciarse sobre la solicitud efectuada por la referida ciudadana, procede a hacer las siguientes consideraciones:
En todo proceso cualquiera sea su naturaleza, existe como componente esencial a la tutela judicial efectiva el derecho a solicitar medidas cautelares tendientes a impedir que la necesidad de un juicio previo y debido proceso sacrifique la realización de la justicia, haciendo imposible el cumplimiento de la sentencia de fondo.
En materia procesal penal estas medidas de aseguramiento están relacionadas con medidas no sólo de carácter patrimonial o medidas cautelares reales, en casos específicos, sino medidas corporales o de coerción personal que son el común denominador en este tipo de asuntos, lo que implica limitar derechos de la esfera individual de las personas.
En relación a ello ROXIN, al referirse a estas limitaciones indica, lo siguiente: “Para llevar a cabo el proceso penal son indispensables las injerencias en la esfera individual y, por cierto, tanto para asegurar el proceso de conocimiento como para asegurar la ejecución penal”.
Por su parte, los fines de estos medios de coerción personal para SCHROEDER (1985) citado por ROXIN, se distinguen en seis fines distintos a saber: 1) Investigación; 2) Aseguramiento de Pruebas; 3) Comprobación de los presupuestos procesales; 4) Aseguramiento de la posibilidad de realización del procedimiento; 5) Aseguramiento de la ejecución de la sentencia; y 6) Prevención de los hechos punibles.
Por su parte ASENCIO MELLADO en relación a fines de las medidas de coerción personal las clasifica en cuatro que son las siguientes:
“evitar la frustración del proceso imposibilitando la fuga del imputado; asegurar el éxito de la instrucción y el ocultamiento de futuros medios de prueba; impedir la reiteración delictiva; y satisfacer las demandas sociales de seguridad en los casos en los que el delito haya causado alarma”.

Nuestro proceso penal reconoce como finalidades de las medidas de coerción personal, evitar la frustración del proceso por fuga del imputado, y asegurar el resultado de la investigación y evitar el ocultamiento de futuras pruebas.
En este sentido, el legislador ha considerado que a los fines de solicitar una medida de privación judicial preventiva de libertad se deben cumplir con los extremos contenidos en el artículo 250 del texto adjetivo penal, que son las siguientes:
“1) Un hecho punible que merezca pena privativa de libertad y cuya acción penal no se encuentre evidentemente prescrita; 2) Fundados elementos de convicción para estimar que el imputado ha sido autor o partícipe en la comisión de un hecho punible; 3) Una presunción razonable, por la apreciación de las circunstancias del caso particular, de peligro de fuga o de obstaculización en la búsqueda de la verdad respecto de un acto concreto de investigación”.

En relación a las medidas cautelares sustitutivas dispone el artículo 256 lo siguiente: “Siempre que los supuestos que motivan la privación judicial preventiva de libertad puedan ser razonablemente satisfechos con la aplicación de otra medida menos gravosa para el imputado, el tribunal competente, de oficio o a solicitud del Ministerio Público o del imputado, deberá imponerle en su lugar, mediante resolución motivada, alguna de las medidas siguientes…omisis…”, con lo cual podemos afirmar que a los fines de que sea dictada una medida cautelar sustitutiva, deben encontrarse satisfechos los mismos extremos que para dictar una privación judicial preventiva de Libertad, pero que por las circunstancias del caso se pueda ver satisfecha con una medida menos extrema, pero siempre teniendo en cuenta que dicha medida debe atender a la finalidad para la cual fue decretada que como se indicara ut supra, debe impedir la fuga del imputado, y de impedir que el imputado pueda borrar o impedir que sean traídas al proceso determinadas pruebas.
Estas medidas de coerción personal tienen unas características derivadas de su naturaleza jurídica, como lo son: 1) Instrumentalidad; 2) Provisionalidad; 3) Variabilidad o regla “Rebus sic stantibus”; 4) Jurisdiccionalidad.
Las medidas cautelares son instrumentales, porque ellas no son un fin en si mismas, sino que atienden a garantizar la ejecución definitiva del fallo sobre el fondo del asunto, y su necesidad radica en la necesidad de tiempo para la tramitación del proceso y posterior culminación.
Son Provisionales porque las mismas tienen una duración limitada en el tiempo, comprendido este entre el tiempo en que son decretadas y el momento en que se dicta la sentencia definitiva, y delimitada en nuestra legislación en el artículo 244 del texto adjetivo penal, en relación al lapso de dos (02) años, o de cumplimiento de la pena mínima por el delito que está siendo procesado.
Es Jurisdiccional porque sólo pueden los Órganos Jurisdiccionales dictar una medida de coerción personal, atendiendo a la naturaleza de indisponibilidad del derecho a la libertad, y atendiendo al principio de exclusividad jurisdiccional.
El cumplimiento de la regla “rebus sic stantibus”, se encuentra referido a que las providencias cautelares cualquiera sea su naturaleza queda sometida a los cambios o modificaciones que presenten las condiciones que hayan determinado su imposición.
En relación a esta ultima característica ASENCIO MELLADO, en relación al contenido y operabilidad de la misma ha indicado:
“…omisis…La regla “rebus sic stantibus” hace referencia a la dependencia de la vigencia de la prisión preventiva en un proceso determinado, de la subsistencia o invariabilidad de las razones y motivos que constituyeron la base de su adopción.
En su virtud, si dichos motivos desaparecen o varían a lo largo de la causa, correlativamente, la medida cautelar ha de sufrir los efectos derivados de tal modificación y, consecuentemente, debe ser levantada o acomodada a la nueva situación…omisis…”. (Subrayado de la Corte).

Atendiendo a lo anterior, el legislador incluyo en nuestro cuerpo normativo adjetivo penal, los mecanismos para dar cumplimiento estricto a esta especial característica de las medidas de coerción personal como lo son el examen y revisión de la medida contenida en el artículo 264 y la revocatoria de las medidas cautelares por incumplimiento, la primera referida a la situación en la que habiendo cesado las circunstancias que dieron lugar a la imposición de la medida esta se revoca y cesa toda coerción; y la segunda referida a la situación en la que debido al incumplimiento por parte del imputado de las obligaciones que asumió al momento en que se le impuso la medida, el juez decide revocar la medida cautelar sustitutiva e imponer una más gravosa.
Así las cosas, de un análisis exhaustivo de los motivos esgrimidos por este Juzgado, para decretar la medida cautelar sustitutiva de la cual se pretende su revisión, se puede colegir que hasta la presente fecha no han variado de ningún modo las circunstancias que motivaron el decreto de la misma, no existiendo en autos ningún elemento en el cual se pudiera concluir que hayan cambiado tales circunstancias, así como tampoco se indica en el escrito de solicitud de revisión de medida, la forma en que supuestamente hayan variado dicho evento; solo existen argumentos para el momento en que fue decretada la medida, lo cual en nada desvirtúa o varía los motivos en que su sustenta la medida de coerción personal que pesa en contra del mismo, adicional no están llenos los extremos establecidos en el artículo 230 del texto adjetivo penal, motivos por los cuales hace forzoso para esta juzgadora declarar SIN LUGAR, la solicitud de revisión de medida planteada, por no haber variado las circunstancias que motivaron la imposición de la medida cautelar sustitutiva. Así se decide.
En tal sentido y en criterio de quien decide, las circunstancias alegadas por la ciudadana, no son motivos suficientes para sustituir la medida de detención domiciliaria impuesta al ciudadano RICHARD ALFREDO RODRIGUEZ, por otra menos gravosa, por considerar este tribunal que siguen inalterables los extremos para la imposición y mantenimiento de la Medida impuesta en su oportunidad que pesa contra el mismo, por lo que esta juzgadora estima que la misma debe mantenerse, cumpliéndose así con lo previsto en los artículos 242, y 250 del Código Orgánico Procesal Penal. Así se decide.

DISPOSITIVA
En mérito de lo expuesto, este Tribunal en Funciones de Control, Audiencias y Medidas N° 2 del Circuito Judicial Con Competencias en delitos de Violencia Contra la Mujer del Estado Lara, Administrando Justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley, DECLARA:
PRIMERO: SIN LUGAR la solicitud de la Defensa Privada, abogada YURANCY MERCEDES ARTEAGA, Inpreabogado Nro. 90.172 de sustitución de la medida de detención domiciliaria que pesa en contra del imputado RICHARD ALFREDO RODRIGUEZ, por una medida cautelar menos gravosa, atendiendo que no han variado las circunstancias que dieron lugar a la imposición de la anterior medida ordenada en contra de éste, por la presunta comisión de los delitos de (...), previstos y sancionados en el artículo (...) de la Ley Orgánica Sobre el derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia..
SEGUNDO: Notifíquese a la Defensa Privada de la presente decisión. Dada, firmada y sellada en la sede de este Despacho en fecha 17 de Abril de 2015. Regístrese, Publíquese, Notifíquese y Cúmplase.

LA JUEZA DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN FUNCION DE CONTROL, AUDIENCIAS Y MEDIDAS Nº 2


ABG. ANNIELY ELIAS CORONA




EL SECRETARIO





LA JUEZA DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN FUNCION DE CONTROL, AUDIENCIAS Y MEDIDAS Nº 2


ABG. ANNIELY ELIAS CORONA




EL SECRETARIO